América Latina refuerza su compromiso con la resiliencia local
La región de las Américas y el Caribe ha ganado 4 nuevos Nodos de Resiliencia MCR2030.Montevideo (Uruguay), Pudahuel (Chile), Santa Ana (Costa Rica) y Santiago de Cali (Colombia) han sido nombrados por los miembros del Comité Global de Coordinación de la iniciativa Desarrollando Ciudades Resilientes 2030 (MCR2030), impulsada por la Oficina de Naciones Unidas para la Reducción de Desastres (UNDRR) con el objetivo de impulsar la resiliencia local a través del apoyo a la elaboración e implementación de estrategias locales de reducción de riesgos, el intercambio de conocimientos y experiencias entre ciudades, y el fomento de alianzas para la resiliencia.
Este reconocimiento coloca a las 4 ciudades en el centro de una red global dedicada a reducir el riesgo de desastres, promover la acción climática y desarrollar ciudades más equitativas y sostenibles.
Como Nodo de Resiliencia, Cali, Montevideo, Pudahuel y Santa Ana juegan un papel crucial en la red MCR2030, compartiendo conocimientos y buenas prácticas con otras ciudades. En todo el mundo, hay más de 1600 municipios que forman parte de esta iniciativa, incluyendo más de 700 en las Américas y el Caribe, donde existen ahora 14 Nodos de Resiliencia. El objetivo es inspirar a otros gobiernos locales a comprometerse con la resiliencia, ofreciendo apoyo técnico para tomar medidas concretas.
De acuerdo con el Informe de Evaluación Regional sobre Reducción del Riesgo de Desastres en América Latina y el Caribe 2021, el 80% de los eventos de desastres se han registrado en áreas urbanas intermedias y pequeñas. Esto toma más relevancia considerando que se espera que para el 2030, el 60% de la población del mundo viva en zonas urbanas.
"Los Nodos de Resiliencia tienen un compromiso especial no solo con su propia construcción de resiliencia, sino también con ayudar a otros municipios en ese camino," afirmó Nahuel Arenas, jefe de UNDRR - Oficina Regional para las Américas y el Caribe. “Los impactos de desastres no conocen fronteras, por lo que la cooperación entre ciudades es clave para implementar soluciones efectivas hacia un desarrollo sostenible. Estas medidas salvan vidas y evitan pérdidas económicas importantes en el futuro.”
Pudahuel, Chile, se enfoca en la preparación comunitaria e inclusión de personas con discapacidad en sus planes de gestión de riesgos. La comuna ha implementado por primera vez en el mundo el Anexo del Scorecard para la inclusión de personas con discapacidad, desarrollado por la ONG Inclusiva y UNDRR. La comuna también ha priorizado la acción coordinada frente al cambio climático. Identificar y mitigar los principales riesgos climáticos y desarrollar estrategias de adaptación que minimicen los daños y promuevan una economía y sociedad más resilientes son fundamentales para construir un entorno más seguro y sostenible.
Santa Ana, Costa Rica, forma parte de MCR2030 desde 2022, y ha desarrollado un Plan de Acción Climática y de Gestión de Riesgos con 53 acciones de mitigación y adaptación, alineado con políticas nacionales y diversas iniciativas internacionales. Como Nodo de Resiliencia, se centra en respaldar a otras ciudades en la elaboración de planes climáticos y de resiliencia urbana, en la metodología para incorporar la gestión del riesgo de desastres y la adaptación al cambio climático en proyectos de inversión en infraestructura y servicios, así como en la transversalidad de la gestión del riesgo y el cambio climático en todas las áreas de acción municipal.
En el caso de Montevideo, promueve la inclusión en sus prácticas de resiliencia urbana y trabaja en planes locales de riesgo de desastres que consideran la vulnerabilidad social, económica, cultural y de género. Asimismo, reconociendo la diversidad y asimetrías del territorio, se abordarán las diferentes amenazas de alcance municipal (inundaciones, sequías, emergencia hídrica, ferrocarril, etc.).
Santiago de Cali, Colombia, trabaja en proyectos como el Sistema de Alertas Tempranas Inteligentes y Comunitarias y el Plan Jarillón, centrados en la planificación territorial y la preparación comunitaria, con un enfoque comunitario y de multiamenazas, facilitando procesos de reasentamiento y asentamiento de poblaciones con un enfoque integral, conocimiento del riesgo, cooperación internacional, así como en la preparación y sensibilización comunitaria. Cali será sede de la COP16 del convenio sobre diversidad biológica, que permitirá promover soluciones basadas en la naturaleza como medidas eficaces para reducir el riesgo.
En su nuevo papel de Nodo de Resiliencia, Cali, Montevideo, Pudahuel y Santa Ana servirán de ejemplo para otras ciudades, demostrando que, con planificación, cooperación y un enfoque inclusivo, es posible construir comunidades más seguras y equitativas, con capacidad de respuesta fortalecida ante desastres.