El poder de una comunidad regional preparada ante desastres

En el Pacífico Sur de Colombia, las aves son aliadas en cuestiones de preparación. Su cantar, aquel trino que evoca tranquilidad y sencillez, es también interpretado para captar posibles cambios en la naturaleza. Se trata de una iniciativa puesta en marcha por la Federación Luterana Mundial para prepararse ante las amenazas naturales a través de distintos signos de la naturaleza.  

La misma ha sido financiada y apoyada por la Dirección General de Protección Civil y Operaciones de Ayuda Humanitaria (ECHO) y potenciada por la Oficina de Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR) a través de una alianza que ha fortalecido la preparación ante desastres a nivel local, nacional y regional.  

ECHO comenzó a trabajar en la región desde 1994, y desde entonces ha invertido más de $321 millones de euros en 34 países y 621 proyectos. 17 años después, UNDRR se convirtió en un aliado clave para la preparación ante desastres, la cual ha servido para fortalecer las redes, la visibilidad y el impacto de estos programas.  

Álvaro de Vicente, director de ECHO para América Latina y el Caribe, es bastante enfático sobre el impacto que ha tenido esta alianza: “UNDRR nos ayuda a enmarcar nuestra hoja de ruta y a construir modelos de implementación del Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres”, dice sentado desde su oficina, apenas a unos 200 metros de distancia de la de UNDRR. “Juntos hemos construido evidencia y visibilidad. UNDRR es nuestro socio para promover nuestras experiencias y lograr que estas se repliquen, mientras que nosotros somos el socio con la experiencia en el terreno”, añade.   

Los logros han sido claves en esta última década. Por un lado, la alianza entre DG ECHO y UNDRR ha fomentado políticas públicas para la seguridad escolar en 19 países del Caribe, ha impulsado la cantidad de ciudades en la iniciativa MCR2030, ha mejorado la implementación de sistemas de alerta temprano, ha fortalecido las asociaciones público privadas y, más importante aún, ha sido vital en la construcción de comunidades más preparadas y más resilientes.  

Por otro lado, ha creado una plataforma robusta para el intercambio de conocimiento y experiencias, así como ha impulsado la comprensión del riesgo de desastres a distintos ámbitos y ha fortalecido la gobernanza del riesgo en toda la región.  

Raúl Salazar, jefe de la UNDRR - Oficina Regional para las Américas y el Caribe, es categórico sobre los beneficios que ha logrado esta alianza: “nuestra región es una de las más afectadas en el mundo y la preparación, fundamentada en un trabajo comunitario, es vital para lograr construir una mayor resiliencia”, dijo. Salazar además enfatizó en cómo este trabajo en conjunto sirve para fortalecer la prioridad 4 del Marco de Sendai, que propone aumentar la preparación para casos de desastre a fin de dar una respuesta eficaz y “reconstruir mejor” en los ámbitos de la recuperación, la rehabilitación y la reconstrucción. 

“Si bien la región ha avanzado muchísimo en la elaboración de planes y estrategias, es vital que exista una coordinación y sistematización de su implementación. Y ECHO no solo se ha encargado de esto, sino que a través de nuestra alianza hemos podido lograr que las buenas prácticas  se repliquen a lo largo de toda la región”, añadió Salazar.  

Una de las claves para esta sistematización regional ha sido la plataforma de DIPECHOLAC, que se ha convertido en una referencia para compartir distintas prácticas, proyectos y documentos con comunidades de todo el continente, teniendo más de 1000 experiencias sistematizadas y recopiladas y alcanzando más de 9MM de visitas al año. Dado que la integración y una coordinación más estrecha son más necesarias que nunca, el contenido de la página web se ha integrado a partir de este año en el portal web PreventionWeb. Este cambio no sólo dará a los Socios Regionales de ECHO un portal web global para compartir sus lecciones aprendidas, las mejores prácticas y en general el conocimiento de la AD originado en la región; sino que también les permitirá acceder al contenido relacionado de los profesionales de todo el mundo para una cultura efectiva de intercambio de conocimientos. 

Ricardo Mena, exdirector de UNDRR, era el jefe de UNDRR - Oficina regional para las Américas y el Caribe cuando se cimentó la alianza. “Hay pocas colaboraciones en la región que hayan avanzado más en diez años que esta”. 

El mensaje subyacente a lo largo de la década ha sido siempre la integración de fuerzas. Desde el principio, diferentes actores se han sentado a compartir su experiencia con personas y organizaciones, reuniendo una representación diversa de las partes interesadas.  Esto ha impulsado la repetición y multiplicación de las acciones. Un ejemplo es la participación del sector privado, el compromiso a nivel local y el aumento de la inversión en RRD. Los 15 talleres regionales y nacionales, que han llegado a más 5.000 personas hasta la fecha, han servido de plataforma para la reproducción de los éxitos y las mejores prácticas. 

Justamente la semana pasada acaba de terminar el taller Evidencias en Preparación de Desastres - Anticiparse a crisis complejas en un contexto de riesgo sistémico, donde se conversó sobre empoderamiento de actores locales, evaluaciones y monitoreo en las acciones de preparación y protección, fortalecimiento de capacidades e inclusión, entre otros temas. Los resultados de estos serán integrados en la VIII Plataforma Regional para la Reducción del Riesgo de Desastres en las Américas y el Caribe, a celebrarse entre el 28 y el 2 de marzo de 2023 en Punta del Este, Uruguay.  

Krystell Santamaría, punto focal de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) para ECHO, cree que si bien esta alianza ha rendido muchísimos frutos, tendrá incluso una mayor incidencia ante los escenarios del mañana. “En el futuro, esta asociación permitirá consolidar todos los logros alcanzados por la región dando cabida a analizar nuevos aspectos a considerar para mejorar la preparación de las comunidades afrontando los retos actuales y futuros de la región”, dijo.  

Añadió que los espacios de coordinación entre todos los actores permitirá tener una mayor cohesión como región en beneficio de nuestras comunidades así como también adaptarnos a los nuevos retos que los efectos del cambio climático y las crisis que enfrentamos hoy en día tendrán un impacto en los próximos años.  

Después de 10 años de una alianza cada vez más fortalecida, los frutos de la coordinación entre ECHO y UNDRR son cada vez más importantes. El cambio climático pondrá cada vez más a prueba nuestra resiliencia, y solo juntos podremos hacer frente a estos retos. Cualquiera que sea la pregunta, el trabajo y la coordinación en comunidad es siempre una gran respuesta.