Author(s): Sophie Hares

Financiamiento combinado para una mejor protección del Caribe

Hurricane on the Caribbean.
Getty Images
Hurricane on the Caribbean.

CIUDAD DE PANAMÁ, Panamá, 3 de enero de 2020 - Amenazados por huracanes cada vez más violentos, los costos que los países del Caribe tienen que cubrir para garantizar una mejor protección ante los desastres sigue creciendo. En este sentido, en países del Caribe requieren contar con opciones de financiamiento que les permita hacer frente a los impactos, explicaron los expertos que se dieron cita en la Conferencia sobre Gestión Integral de Desastres (#CDM11) en Sint Marteen, organizada por la Agencia de Emergencias y Desastres del Caribe (CDEMA).

De la misma manera, impulsar el crecimiento económico, la inversión pública, la ampliación de los seguros y los fondos para desastres, y la alianza con el sector privado serían algunas de las iniciativas que podrían ser de ayuda a aquellos países que más necesitan invertir en resiliencia.

"Tener en cuenta los desastres en la elaboración de presupuestos de inversión pública debería ser una condición imprescindible para todos nosotros", declaró Silveria Jacobs, primera ministra de Sint Marteen, isla devastada por el huracán Irma en 2017.

Jacobs afirmó durante la conferencia, que la creación de un fondo común para desastres y de un plan conjunto de seguros para proteger a las pequeñas empresas de las que dependen las economías locales podría ser de gran ayuda para la región.

"Definitivamente, el Gobierno no puede hacerlo solo... La resiliencia empresarial es el motor de la economía y garantiza que las islas puedan recuperarse aún más rápido", añadió Jacobs, quien instó a una mayor inversión en infraestructura resiliente.

También se mencionó que, dado el gran endeudamiento de muchos de los países, la adopción de un financiamiento del riesgo por fuentes diversas sería clave para limitar el impacto económico de los desastres, entre los que destacan inundaciones, sequías, tsunamis y actividad sísmica.

Según Ming Zhang, responsable del área de práctica regional de gestión urbana y del riesgo de desastres del Banco Mundial, entre las fuentes de financiamiento pueden figurar fondos derivados de los presupuestos nacionales, combinados con seguros paramétricos de pago rápido y acceso a líneas de crédito.

Si bien los nuevos productos de las aseguradoras pueden ayudar a proteger los medios de vida y la industria pesquera en caso de desastres, todavía se pueden ampliar los seguros de manera que cubran hogares y pequeñas empresas, señaló Zhang durante una entrevista.

"No se puede crear un fondo de contingencia para hacer frente a un huracán de categoría 5", añadió Zhang, quien estima que los desastres le cuestan al Caribe el 1 por ciento de su producto interno bruto anual.

"Se necesita una estrategia de financiación de riesgos ... cada país debe considerar diferentes fuentes de financiamiento ante posibles contingencias, así como seguros y otros mecanismos."

Por otra parte, si bien países como Santa Lucía y Granada buscan establecer líneas de crédito para la atención de desastres, es necesario prestar más atención a cómo se gasta el dinero en la región con el fin de garantizar una mejor preparación ante los desastres.

Zhang continuó señalando que sería necesaria una planificación de la recuperación para asegurar la disponibilidad de refugios y suministros de emergencia, mientras que el fortalecimiento de las viviendas y la infraestructura podría ayudar a reducir el impacto económico en el futuro.

"En medio de los préstamos para la inversión pública, los gobiernos deben cerciorarse de que estos fondos se estén dedicando a garantizar la resiliencia", declaró en una entrevista Ronald Jackson, director ejecutivo de CDEMA. "Esto reducirá la exposición y disminuiría los costos para el gobierno en el caso de ocurrencia de tales eventos".

SIN FÓRMULA MÁGICA

Durante la conferencia, se hizo referencia a los pagos de efectivo a pequeñas empresas, agricultores y grupos vulnerables realizados durante las situaciones de emergencia ocasionadas por el paso de huracanes en Barbados y Dominica y que ayudaron a estimular las economías locales y facilitar la recuperación de la población.

Sin embargo, también se mencionó que, para ello, los países tenían que contar con los sistemas adecuados para la distribución de los pagos de protección social con el fin de llegar a las personas a la mayor brevedad.

"No hay un instrumento financiero que sea la solución para todo, es necesario adoptar un enfoque diferenciado en función de diversos tipos de riesgo", advirtió durante la conferencia Nicholas Grainger, asociado de programa del Programa Mundial de Alimentos.

Otra de las cuestiones que se mencionaron es que, dado que el sector privado desembolsa hasta el 85 por ciento de todas las inversiones y absorbe la mayor parte de las pérdidas por desastres, las empresas deberían involucrarse más en tratar de reducir el riesgo y promover la resiliencia económica.

"Está muy claro que la reducción del riesgo de desastres no puede depender de un único actor o sector", explicó durante la conferencia Nahuel Arenas, Jefe Adjunto de la Oficina de Las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres- Oficina para las Américas y el Caribe"La inversión resiliente consiste en integrar el riesgo a través de prácticas empresariales y decisiones de inversión."

Igualmente, se hizo referencia a la red empresarial respaldada por UNDRR, conocida como la Alianza del Sector Privado para Sociedades Resilientes ante Desastres (ARISE), la cual está creciendo rápidamente en el Caribe, donde las empresas son cada vez más conscientes de que la reducción del riesgo de desastres (RRD) tiene mucho sentido desde el punto de vista empresarial.

Jeffrey Beckles, director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Bahamas, afirmó que el sector privado desea desempeñar un rol más notorio en la RRD dado que es un importante empleador e impulsor del crecimiento.

Además, este sector tiene mucho que perder. Y es que las empresas sufrieron alrededor del 90 por ciento de las pérdidas masivas ocasionadas por el huracán Dorian a su paso por las Bahamas en septiembre.

"Ponemos sobre la mesa la capacidad de ampliar las miras más allá de un período específico de gobierno", expuso Beckles en la conferencia.

Se concluyó planteando que el desarrollo de las economías digitales y azules, así como facilitar la expansión de los beneficios de industrias como el turismo, podrían ayudar a impulsar la economía de la región y, en última instancia, hacer que los hogares sean más resilientes.

Silveria Jacobs, Primera Ministra de Sint Maarten, puntualizo que "las personas resilientes construyen vidas resilientes, así como comunidades y economías igualmente resilientes".

 

Enlaces relacionados

https://www.cdema.org/cdm11/

https://www.worldbank.org/en/country/caribbean

https://cdema.org/

https://www.wfp.org/

https://www.thebahamaschamber.com/

 

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