Futuros Resilientes: Resiliencia urbana más allá de los límites de la ciudad
Se estima que en 2030 el 60% de la población mundial vivirá en zonas urbanas. Con el efecto del cambio climático en aumento, las ciudades, los ciudadanos y el sector privado tendrán que trabajar juntos para evitar la pérdida de vidas a gran escala y los daños al medio ambiente y a las infraestructuras. La serie Futuros Resilientes muestra las formas prácticas en que las ciudades y las autoridades locales, los gobiernos, las empresas y las partes interesadas en el desarrollo sostenible pueden planificar para aumentar la resiliencia y reducir el impacto de los desastres.
Este proyecto fue producido por Devex, con el apoyo de UNDRR y en alianza con Goal Global y Helvetas.
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OPINIÓN
Las ciudades son sistemas complejos. El desarrollo de la resiliencia urbana requiere abordar esta complejidad partiendo de una concepción integral de la ciudad que tome en consideración sus conexiones, interdependencias y redes en sentido amplio.
Desde Helvetas, somos conscientes de la importancia de diseñar e implementar medidas de resiliencia urbana que traspasen los límites físicos y administrativos de la ciudad y confieran la debida atención a las áreas periurbanas. Estas zonas de rápido crecimiento situadas en las afueras de las urbes, muy expuestas a distintos riesgos y pobladas por grupos de población de gran vulnerabilidad, quedan a menudo fuera de los programas de construcción de resiliencia de los Gobiernos municipales.
Nuestros proyectos de Bolivia y Myanmar están centrados en las zonas periurbanas de dos ciudades, Sucre y Yangon, respectivamente, ambas caracterizadas por su dinamismo y rápido crecimiento. En Sucre, el actual impacto de la COVID-19 ha afectado negativamente a muchos hogares que producían sus propios alimentos y vendían el exceso en los mercados urbanos. En Yangón, numerosas familias rurales afectadas por la sequía y las inundaciones se están trasladando a las zonas periurbanas en busca de mejores oportunidades.
Medios de vida justos para la población agrícola, alimentos frescos para la población local
Con una población que ronda los 300.000 habitantes, Sucre es la sexta ciudad de Bolivia en términos demográficos. La disminución de la producción agrícola por factores climáticos, además de la reducción de las actividades mineras en las regiones circundantes, ha llevado en los últimos años a un aumento de la migración del campo a la ciudad, en busca de mejores oportunidades de empleo y mejores condiciones de vida.
Con el crecimiento de la población de la ciudad, aumenta también la demanda de productos agrícolas. En Sucre, como en muchas otras ciudades del mundo, la pandemia de la COVID-19 ha dejado al descubierto la frágil relación entre la ciudad y el acceso de sus habitantes a alimentos frescos y saludables. A principios de 2020, las medidas de confinamiento y el cierre de los mercados informales hicieron que fuera especialmente difícil para los pequeños agricultores de las zonas periurbanas de Sucre vender sus productos en la ciudad.
Con el apoyo de Helvetas y como parte del proyecto “Ciudades Resilientes”, la Fundación Alternativas, el Comité Municipal de Seguridad Alimentaria y el Gobierno Autónomo Municipal de Sucre, en colaboración con productores agrícolas urbanos y periurbanos, unieron sus fuerzas para crear La Huertita de Sucre. La iniciativa garantiza la continuidad de las cadenas de producción que abastecen a los mercados locales de la ciudad haciendo llegar los productos cultivados en la periferia directamente a los hogares consumidores.
Este servicio, de vital importancia durante el confinamiento por la COVID-19, tiene también el objetivo a largo plazo de desarrollar la resiliencia del sistema alimentario de la ciudad-región de Sucre mediante la promoción de la producción local de alimentos, unas cadenas de suministro más cortas y el fortalecimiento de los vínculos entre agricultores y consumidores locales.
Desarrollo de la resiliencia de la población migrante y sus barrios
Al igual que Sucre, la ciudad más grande de Myanmar y la antigua capital, Yangón, también recibe una cada vez mayor población rural migrante. Estos grupos se trasladan, en su mayoría, a municipios de las afueras de la ciudad donde el costo de vida es más barato que en el centro de Yangón. Tras la liberalización de la economía de Myanmar, estos municipios fueron designados como zonas económicas especiales (ZEE) para su expansión industrial, especialmente desde 2010, lo que dio lugar a una mayor oferta laboral para la mano de obra migrante poco cualificada proveniente de las zonas rurales del país.
Nuestro proyecto Aye Chan Thaw Ein, que significa “casa tranquila” en birmano, tiene como objetivo mejorar la resiliencia individual de la población migrante de uno de estos municipios, Shwe Pyi Thar, y apoyar los procesos de toma de decisiones para priorizar mejoras en infraestructura.
La población migrante que llegan a Shwe Pyi Thar desde las zonas rurales busca diversificar sus ingresos familiares y reducir el riesgo que representan las actividades agrícolas, especialmente en áreas propensas a sequías e inundaciones. Nuestra investigación sobre la migración interna en Myanmar revela que un número significativo de migrantes se endeuda al llegar a la ciudad y muchos carecen de las habilidades sociales necesarias para conseguir un trabajo.
Para abordar estos problemas, el proyecto Aye Chan Thaw Ein ofrece capacitación en temas financieros, así como en técnicas de redacción de CV y preparación de entrevistas de trabajo. También trabajamos con asociados locales en las localidades de origen para difundir información y orientación básicas para preparar el traslado.
Muchos de estos migrantes rurales buscan alojamiento asequible en alguno de los asentamientos informales del municipio. Estos asentamientos suelen carecer de la infraestructura y los servicios urbanos básicos como agua corriente, saneamiento y recolección de desechos y, a menudo, son propensos a inundaciones.
Con el objetivo de mejorar las condiciones de vida de la población migrante, el proyecto Aye Chan Thaw Ein facilita reuniones vecinales entre la ciudadanía, el sector privado y las organizaciones de la sociedad civil para analizar y priorizar las cuestiones relativas al agua y el saneamiento y a la gestión de residuos.
Coordinación de medidas a nivel nacional
Los asentamientos informales y otras barriadas de las afueras de la ciudad suelen quedar fuera de los programas de resiliencia. Los Gobiernos municipales disponen de recursos limitados y tienden a orientar la financiación a proyectos de regeneración urbana en el centro de la ciudad. Además, las áreas periurbanas como Shwe Pyi Thar se encuentran fuera de los límites administrativos de sus metrópolis vecinas, en este caso Yangón, y sus Gobiernos municipales cuentan con menos recursos y capacidades.
El establecimiento de prioridades y mecanismos de coordinación estratégicos para desarrollar la resiliencia a nivel nacional no solo tiene como objetivo dotar a los Gobiernos de las ciudades con las herramientas y capacidades necesarias para adaptarse, prevenir, absorber y recuperarse de los impactos y tensiones, sino que también permite fomentar una cooperación intergubernamental y un enfoque territorial más amplio. Se proporciona así un marco más sólido que permita incluir las áreas periurbanas en los programas de fomento de la resiliencia.
Bolivia lanzó su “Política de Ciudades” en octubre de 2020. La política subraya los desequilibrios territoriales existentes dentro y entre las ciudades e introduce objetivos estratégicos que promueven procesos integrados de desarrollo urbano y territorial.
La política pone énfasis en mejorar la resiliencia de barrios informales como los de la periferia urbana de Sucre. Helvetas apoyará el siguiente paso del proceso de formulación de políticas con la creación de un Laboratorio de Innovación Pública y un Observatorio de Ciudades diseñado para monitorear el progreso de la implementación de la política, en los próximos años, incluidos sus objetivos de resiliencia.
Una agenda de resiliencia urbana más holística
Las medidas de resiliencia urbana deben mirar más allá de los límites de la ciudad para mitigar los riesgos de manera efectiva. Al igual que en muchas otras ciudades del mundo, las afueras de Sucre y Yangón están creciendo a gran velocidad, con frecuencia al margen de los marcos formales de la planificación urbana y en tierras propensas a amenazas como deslizamientos de tierra e inundaciones.
A pesar de la necesidad de aplicar medidas preventivas en estas zonas, las áreas periurbanas no siempre logran atraer fondos e inversiones y quedan fuera de los programas de resiliencia. Algunas políticas urbanas nacionales, como la de Bolivia, buscan tratar este desequilibrio y fortalecer la coordinación entre territorios.
Las zonas periurbanas también presentan un gran potencial de para la innovación. La agricultura periurbana de Sucre ha desempeñado una función vital durante la crisis de la COVID-19 y continuará fortaleciendo la resiliencia del sistema alimentario de la ciudad-región en el futuro.
Gracias a la flexibilidad de sus prácticas laborales, la población rural migrante que vive en Shwe Pyi Thar contribuye al desarrollo económico y la resiliencia de Yangon en sentido amplio. Apoyar prácticas migratorias seguras, desarrollar las habilidades de la población migrante e invertir en sus barrios, son algunos de los elementos esenciales para una agenda de resiliencia urbana más holística e inclusiva.
En la serie resilientfutures.devex.com encontrará más información sobre las prácticas que las ciudades pueden adoptar para desarrollar la resiliencia y reducir el impacto de los desastres. Únase a la conversación con el hashtag #CiudadesResilientes.
Sobre los autores
Craig Hatcher
Craig Hatcher es el asesor de gobernanza de Helvetas Suiza. Trabaja en cooperación internacional para el desarrollo desde 2010 y en 2017 se incorporó a Helvetas como asesor de gobernanza. Su experiencia como asesor abarca diversos temas legales y de gobernanza urbana en África, Asia, América Central y Europa. Posee un doctorado en informalidad y gobernanza urbana.
Mariana Daza von Boeck
Mariana Daza von Boeck es la directora del programa Territorios Resilientes de Helvetas Bolivia. Tiene en su haber más de 10 años de experiencia en gestión ambiental municipal. Está especializada en gestión integrada de residuos sólidos, soluciones basadas en la naturaleza, control ambiental, ecología urbana, cambio climático y resiliencia.
Hnin Phyu Phyu Aye
Hnin Phyu Phyu Aye es asesora de desarrollo de capacidades y migración en Helvetas Myanmar y brinda apoyo al equipo del proyecto periurbano y asesoramiento técnico en los proyectos de migración. Hnin tiene lleva 6 años trabajando en el desarrollo de capacidades en Myanmar, y en temas de género y migración.