Quinto aniversario del Marco de Sendai: avances y retos al unísono en las Américas y el Caribe
CIUDAD DE PANAMÁ, Panamá, 18 de marzo 2020 - Los rostros de la mesa principal mostraban una sonrisa de alegría, de satisfacción. Aquel fresco mediodía en Sendai, Japón, la Organización de las Naciones Unidas había logrado que 187 países adoptaran un nuevo marco orientador en la reducción del riesgo de desastres. En otras palabras, los Estados ratificaban un compromiso de crear políticas públicas y en alianza con el sector privado para reducir y prevenir los desastres.
Hoy se cumplen cinco años desde que la mayor parte del mundo adoptara el Marco de Sendai para la reducción del riesgo de desastres (2015-2030) como el documento guía en su toma de decisiones sobre la reducción de desastres.
“El Marco de Sendai logró establecer un cambio conceptual importante: introduce que la comunidad internacional identifique la reducción del riesgo como la preocupación más importante, sacando el enfoque de la reacción del desastre”, explica Raúl Salazar, jefe de la Oficina de Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres, Oficina Regional – Las Américas y El Caribe (UNDRR).
Salazar añade que “este cambio de enfoque ayuda a percibir el riesgo de desastre como un tema vinculado al desarrollo, para que las decisiones que se toman no generen nuevos riesgos”.
Tal y como explica Salazar, el Marco de Sendai propone un entendimiento integral en la reducción de riesgo; establece un campo de acción mucho más amplio que el Marco de Acción de Hyogo (2005-2015), antecesor del Marco de Sendai, y que muy brevemente resaltaba la importancia de la reducción de riesgo para disminuir las vulnerabilidades frente a las amenazas naturales.
“El Marco de Acción de Hyogo nació en 2005, durante la década de prevención. En esos años, los países constataron el impacto creciente de los desastres, que causaba un regreso hacia la pobreza. Hyogo no era un compromiso, sino que permitió hacer una reflexión sobre el tema integral del conocimiento científico de darle una forma a los fenómenos que causaban desastre e integrarla con las ciencias sociales. No solo estudiar por qué se origina un terremoto o un huracán, sino reflexionar de que no constituyen un desastre por sí solos, sino que media el contexto humano”, explica Salazar.
El Marco de Sendai se convierte entonces en la evolución de Hyogo. Una de sus diferencias más importantes, es que el de Sendai fue adoptado por los países. Sendai, además, expande el involucramiento en la gestión de riesgo. Incorpora a la sociedad civil y al sector privado. “El Marco de Sendai es un proceso vinculado eminentemente al desarrollo”, enfatiza Salazar.
COMPRENSIÓN DEL RIESGO
La integralidad con la que el Marco de Sendai planteó la gestión de riesgo a su vez abrió un nuevo portal para el entendimiento en las posibilidades de riesgo. Es decir, expuso el riesgo no solo como una consecuencia a un evento (natural o humano), sino que invitó a tomar en cuenta, cual cadena, todos los efectos que produce una situación extraordinaria. Dicho más sencillo: el riesgo sistémico.
La comprensión de este riesgo ‘complejo’, asegura el analista Allan Lavell, ha sido uno de los principales retos del Marco de Sendai en la región. “Lograr la diferenciación de componentes de exposición y vulnerabilidad de amenaza ha llevado años. Y aún no ha calado tan hondo como debería. El concepto de riesgo sistémico escapa a muchos funcionarios y planificadores”, asegura.
Sin embargo, existen otros casos que, por el contrario, han desarrollado un método de inducción hacia la comprensión del riesgo desde las raíces del conocimiento en sí. “A través de la iniciativa de Escuelas Seguras, donde se integran diversos sectores: educación de interés, infraestructura, economía, finanzas, protección civil. Se crea una mayor preparación de los alumnos para entender y comprender los desastres desde pequeños. Conceptualmente, el Marco de Sendai ha aportado mucho en esta reflexión de la integración de la reducción de riesgo”, indica Salazar.
La adopción del Marco de Sendai, además, ha permitido entender la gestión de riesgo como un frente integral, en el que se combinan lo público, lo privado y la sociedad civil. “La sociedad civil, entendiéndola como un grupo de actores diversos como sectores científicos, comunitarios, de mujeres, de personas con discapacidad, aporta realmente mucho en la implementación del Marco de Sendai, porque son finalmente quienes tienen un enlace directo con la comunidad”, asegura Salazar.
Por otro lado, la iniciativa privada también ha sido de gran importancia en la adopción del Marco de Sendai. ARISE, la alianza del sector privado para sociedades resilientes ante desastres, ha contribuido mucho en la comprensión y reducción del riesgo, señala Salazar.
La importancia en que estos tres sectores trabajen de la mano, continúa Salazar, es la clave para reducir consecuencias devastadoras: $520 mil millones en pérdidas anuales y más de 26 millones de personas que cada año se suman a la pobreza, según señala el estudio ‘Pérdidas económicas, pobreza y desastre’, publicado en 2017 por UNDRR y el Centro de Investigación Epidemiológica de Desastres (CRED).
CUESTIÓN DE APLICACIÓN
En su quinto aniversario, el Marco de Sendai pone fin a uno de sus metas más importantes, la E: Incrementar considerablemente el número de países que cuentan con estrategias de reducción del riesgo de desastres a nivel nacional y local para 2020.
“Los esfuerzos en estos cinco años parecen haber sido dispares en la región. Los países han tratado de interpretar desde su perspectiva el significado de la reducción de riesgo de desastre en el contexto del desarrollo para encontrar caminos de implementación. Esos esfuerzos se han cristalizado en normas, cambios institucionales, esfuerzos de diversa índoles en la comprensión del riesgo y el fortalecimiento de capacidades. Desde el punto de vista institucional se ha avanzado en algunos casos hacia sistemas integrales que han cambiado también sus nombres y se observan progresos. Pero en la mayoría de los casos no se ha podido salir de los ámbitos emergencistas”, manifiesta Lavell.
Jennifer Guralnick,encargada del monitoreo del cumplimiento del Marco de Sendai en la Oficina Regional para Las Américas y el Caribe de UNDRR, afirma que “los países están cumpliendo con el espíritu del Marco de Sendai como una hoja de ruta de país, de sus comunidades e individuos, como un todo y no desde la óptica exclusiva de un sector específico”.
Añade Guralnick que “las organizaciones intergubernamentales, las diferentes agencias de las Naciones Unidas y la comunidad internacional en general también actúa como un motor de este cambio sustantivo y alentador, trabajando en conjunto para fomentar su implementación”.
La implementación del Marco de Sendai va de la mano, a su vez, con la adopción de otras dos grandes iniciativas: los Objetivos de Desarrollo Sostenible y los Acuerdos de París. Son objetivos que se comparten entre sí, con objetivos comunes y trabajados desde comités conjuntos para desarrollar y construir estrategias. Es decir, se trabaja desde la optimización del conocimiento. “Es un llamado también a la coherencia, al conocimiento e integración de extender estas realidades, si se quiere, en las decisiones de inversión de los países”, expresa Salazar.
HACIA EL FUTURO
En su quinto aniversario, el Marco de Sendai ha sido de vital importancia en una reducción considerable y palpable de las consecuencias de desastre en la región. Varios países de las Américas y el Caribe han emprendido el desarrollo de nuevas estrategias e iniciativas para disminuir sus vulnerabilidades. Eso, pese al incremento de riesgo producto del cambio climático que ha aumentado las posibilidades de que ocurra un fenómeno natural extraordinario.
“El Marco de Sendai ha ayudado a entender cómo abordar un problema que es complejo, a dar claridad a los países respecto a qué es lo que enfrentamos hoy como riesgos, que no es lo que era el riesgo hace 30 o 40 años, sino que son más complejos, exigen un mayor nivel de sofisticación e integración en atender el caso”, detalla Salazar, quien también reconoce que hay muchos puntos a mejorar. “Tenemos aún que seguir avanzando para movernos hacia la comprensión más amplia del riesgo. Yo creo, sin embargo, que ya nos hemos movido de considerar a los desastres como el centro de atención, es decir, la atención exclusiva a las consecuencias a considerar al riesgo como un marco conceptual más amplio. Es un punto de debilidad, pero al mismo tiempo es una gran oportunidad que vamos a tener para reflexionar a futuro y para organizarnos mejor en cómo abordamos el riesgo como país, como gobiernos locales y como región. Tener un mayor nivel de sofisticación e integración en atender los casos. Como por ejemplo, el Covid-19, que es un claro ejemplo de un riesgo que se origina por una epidemia y que tiene un impacto posiblemente sistémico en muchos sectores”.
Por su parte, Guralnick añade que “uno de los principales retos para el monitoreo de progreso en la implementación del Marco de Sendai es la falta de mecanismos interinstitucionales y multisectoriales en la recolecta de información sistematizada”. ”.
Salazar es optimista hacia los diez años de vigencia que aún le quedan al Marco de Sendai. “Se desarrollan capacidades para que por lo menos la pérdida económica, que tiene una significación muy alta en una región, sea menor. Hay avances muy importantes en reducir la mortalidad, por ejemplo, con los sistemas de evacuación o con los sistemas de protección, con nuevos sistema de construcción. Y creo que vamos a ver una región que avanza hacia esa meta. Una región que hay que apoyar, pero está muy bien encaminada, con un liderazgo muy claro que nace sí misma. Me siento bastante positivo en las metas que faltan por cumplir en el Marco de Sendai”.
Por ello los de la mesa principal en Sendai, cinco años atrás, se mostraban felices y satisfechos con el documento. Sonreían también por el significado de lograr el acuerdo en la ciudad japonesa rodeada de árboles zelkova, que durante siglos proveyeron de madera la construcción de cientos -sino miles- de casas y estructura. Los zelkova, como el Marco de Sendai, son la base fuerte de las estrategias del futuro.
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