Informe COVID-19 de UNDRR Americas & Caribe: La Ciencia y la Tecnología en RRD en el contexto del COVID-19
El Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres (2015-2030) y las regulaciones sanitarias internacionales (OMS, 2005) incluyen a las amenazas biológicas, como el virus SARS-CoV-2, entre las fuentes de los principales riesgos para el siglo XXI. Si bien la Organización Mundial de la Salud ha declarado al COVID-19 -la concreción del virus en condiciones de enfermedad- como una emergencia de salud pública de preocupación internacional y luego como una pandemia, sus factores subyacentes, vulnerabilidades, condiciones de exposición e impactos van mucho más allá del sector de la salud y reflejan problemáticas actuales que son resultado de procesos históricos. De hecho, esta pandemia es un ejemplo de riesgo sistémico. Es decir, aquel que se da cuando un peligro conduce no solo a efectos negativos en una o algunas partes del sistema, sino que también amenaza con la falla del sistema en su totalidad. Con sus efectos devastadores y en cascada, el impacto del COVID-19 refleja las interconexiones existentes en la configuración actual del riesgo, destacando la urgente necesidad de movilizar un esfuerzo global concertado para acelerar las actividades de reducción de riesgos.
La actual pandemia de COVID-19 requiere que el sistema de gobernanza global, en particular las Naciones Unidas, trabaje de manera coordinada para brindar un apoyo más eficiente a los países. El Secretario General de la ONU ha pedido a la comunidad internacional que se concentre en tres áreas críticas de acción: 1) abordar la emergencia de salud; 2) el impacto social, la respuesta y recuperación económica; y 3) “reconstruir” mejor.
Esta crisis pone en evidencia aspectos críticos que deben revisarse para lograr una Reducción de Riesgos de Desastres (RRD) más efectiva, y obliga a efectuar reflexiones importantes sobre la contribución necesaria de la comunidad científica y el desarrollo tecnológico a la gestión integral de riesgos. Las orientaciones presentadas en la presente nota podrían inscribirse en la agenda de trabajo del Grupo Asesor en Ciencia y Tecnología para la Región de las Américas y el Caribe (R-STAG, por sus siglas en inglés), e integrarse a la acción global y multisectorial motivada como respuesta al desastre mundial desencadenado por el COVID-19. Es importante, entonces, examinar los impactos negativos de la amenaza biológica del virus SARS-CoV-2 como un “desastre” sistémico en aras de comprender los diferentes elementos que le dieron origen, a través de la mirada experta que otorgan el conocimiento y las experiencias acumuladas en varias décadas de estudios sociales y naturales inter y transdisciplinarios. Esto implica un análisis tanto de aspectos causales como de aspectos de gestión del riesgo de desastre orientados por temas de sostenibilidad e igualdad.